jueves, 25 de julio de 2013

Una que se fue...

Es algún futuro que reclama el aguante. Algún martes olvidando los lunes. Son las luces del sol planchando el piso de hormigón. Es el recuerdo de no olvidar la vida. La sonrisa que congela la memoria. Lo aplicado de escribir hasta los bostezos. Destino de dejar la marca. Son los besos en el alma de un pibe que se desperezó y sintió: la crueldad de razonar, queriendo llegar a amar a la fuerza un pasado pisoteado, sueños empuñados en dagas desafiladas. Se resbala en la vereda la potencia de salir y tu mano, cumbre abierta, siempre alerta. No es despedida el mate aun cebado aguardando en la mesada, no es el fin si aún la risa pueril te acuna en su recuerdo, no es morir si hay falta, se hace anacrónica la presencia cuando por dentro todos te llevan.

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